Frente al Parque Lezama, Parrilla 1880 rinde honor al año en que fue construída la casona de San Telmo. Un pequeño refugio vintage, para comer un buen asado acompañado de un buen vinilo de tango.

1880 funciona desde el año ´87, y hoy está atendida por su dueña Carolina, quien heredó este pequeño bolichito de barrio de manos de sus padres, quienes lo construyeron a base de esfuerzo y pelea diaria contra las crisis económicas de los últimos años.

Con sólo 80 cubiertos, en el ambiente vintage y tanguero -espíritu indiscutido del alma de San Telmo-, las paredes recuerdan tiempos pasados a través de calendarios de Avanti y Alpargatas, y hasta puede verse un dibujo original de Caloi, debidamente dedicado a la casa.

Mucha clientela fija, algún que otro turista, y una mesita junto a la ventana que es disputada siempre. El lugar se maneja mucho con reservas, y al mediodía también puede optarse por algún menú. La parrilla se prende minutos antes del mediodía, mientras los mozos acomodan mesas y eligen algún disco de vinilo para el viejo tocadiscos. Siempre gana un tango, claramente.

Cochinillo, cordero y chivito se llevan los primeros puestos, y se puede pedir una porción o media. Y si bien hay parrillada completa, es recomendable pedir por corte. El chinchulín de cordero o la molleja de corazón, son dos de las especialidades de la casa que no se pueden dejar de probar.

La carta de vinos es muy variada e incluye whiskies, sidra y cognac. También hay servicio de cafetería para la sobremesa y pastas caseras para los díscolos. El ambiente es tranquilo, sereno, íntimo y acogedor: una viva postal del Buenos Aires arrabalero.

    Tips La Mejor Parrilla

  • *En invierno hay locro y puchero
  • *Se cobra servicio de mesa
  • *Pida los bocadillos de acelga y el queso Mar del Plata como entrada, no se va a arrepentir